viernes, 19 de julio de 2013

Juvenil Carabobo celebra una década haciendo música

Foto: referencial
Foto: referencial




Esta será la primera ocasión en que una orquesta sinfónica suba al escenario del Aula Magna de la UC, recinto que ya se ha convertido en una referencia para grandes eventos en la región central    
 
Más de 350 músicos carabobeños tomarán el escenario de la Aula Magna de la Universidad de Carabobo el próximo 28 de julio a las 11 de la mañana, para celebrar el 10º Aniversario de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo con un majestuoso concierto completamente gratis para todos los carabobeños.
 
Este importante evento denominado: “Niños y jóvenes carabobeños triunfan con la música”; mostrará todo el talento sinfónico que hace vida musical en la sede de la Juvenil Carabobo, junto al Coro Sinfónico Juvenil Regional y la Sinfónica del Programa Académico Regional, además de las decenas de niños y niñas de escasos recursos que diariamente reciben clases de instrumentos.
 
En el recinto de la máxima casa de estudios carabobeña se interpretará por primera vez en Valencia la Sinfonía Nº1 de Gustav Mahler  y la Obertura 1812 de Pitr Ilych Tchaikovsky, obras que estarán bajo la dirección del maestro Tarcisio Barreto Ceballos, director de la Sinfónica de Lara, quien debutará en Carabobo frente a la Sinfónica Juvenil, que además se convertirá en la protagonista del primer concierto sinfónico del Aula Magna.
 
El maestro Barreto ha participado como director invitado en países como Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica, España, Italia, Alemania, Noruega y Estados Unidos, entre otros. Es director musical de la Compañía Opera de Occidente, con la cual ha llevado a escena reconocidas óperas de repertorio clásico universal y es director activo del programa de apoyo para  las Orquestas Juveniles de América de la OEA, UNESCO y CAF.
 
La sinfonía de una década
Muchos han sido los integrantes que han pasado por las filas de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo, desde su primer encuentro en mayo de 2003, en la Universidad de Trabajadores de América Latina (UTAL), ubicada en San Antonio de los Altos, lugar donde se reunieron por 10 días músicos porteños y valencianos, para la preparación de su primer concierto en ése mismo recinto, bajo la conducción de quien en ese momento ya se estaba convirtiendo en una promesa de la dirección orquestal mundial, el maestro Gustavo Dudamel.
 
Poco es lo que recuerda de aquello días Bárbara Ladera, quien con apenas 8 años de edad sólo sentía temor de estar tan lejos de su hogar y rodeadas de tantas personas. Inició sentada en el último atril de la fila de Segundos Violines, pero en varios meses logró pasar a los Primeros Violines, y de allí, logró convertirse por tres años en la Concertina de la orquesta. Ahora forma parte de la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
 
Lucia Rincón estaba más grande. En ese momento consiguió ser la principal de los violoncellos, gracias a su arduo trabajo; “nos exigían mucho durante los talleres y los ensayos generales, pero siempre al final nos felicitaban, era todo un honor para nosotros trabajar con los maestros de la Sinfónica Simón Bolívar, quienes estaban allí durante esos días apoyándonos con nuestro trabajo”.
 
La directora de la Orquesta Infantil Mozart, Eudel Seijas, en aquel momento formaba parte de la fila de violas; recuerda que para mucho era la primera vez que estaban fuera de su hogar, “todos éramos pequeños y cualquier cosa durante la noche nos daba miedo, pero al día siguiente nos percatábamos que era el sonido de los árboles o sus sombras lo que nos atemorizaba la noche anterior”, comentó entre risas.
 
“Había mucha expectativa, crear una orquesta nueva con personas de Puerto Cabello y Valencia fue una experiencia enriquecedora. Al principio estuvimos muy divididos, pero rápidamente nos convertimos en una gran familia al entender que para conseguir nuestro sonido, debíamos estar unidos. Una de las grandes enseñanzas de El Sistema”, reflexionó la oboísta porteña Miriam La Redonda.
 
Sin duda, uno de los grandes recuerdos que todos atesoran fue el trabajar con el Maestro Gustavo Dudamel, quien para el momento estaba iniciando su carrera como director, pero el talento y el carisma que ya transmitía dejaba muy en claro que pronto llegaría lejos, “ya han sido varias las ocasiones en que hemos trabajado con él; y sigue siendo el mismo joven humilde y talentoso con ganas de hacer buena música”, enfatizó La Redonda.
 
Largo periplo
A partir de aquel momento quedó consolidada la orquesta, que inicialmente se reunía únicamente los fines de semana en las instalaciones de la Zona Educativa, pero en poco tiempo sus encuentros pasaron a ser diarios, esta vez en los espacios del Liceo Lisandro Ramírez en El Trigal y la Escuela de Música Sebastián Echeverría Lozano, donde se dividían para realizar los seccionales y ensayos. De allí pasaron a la antigua Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo, sede actual de la orquesta.
 
Durante estos 10 años, son muchos los jóvenes que han crecido con la Juvenil de Carabobo y han continuado su carrera musical en las sinfónicas de la capital como la Juvenil Caracas, Sinfónica Juvenil Teresa Carreño y la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela; junto a quienes han tenido la oportunidad de representar al país y su estado en giras por Europa, Asia y los Estados Unidos.
 
Actualmente, los 120 integrantes de la Juvenil Carabobo son catalogados como una de las orquestas de mayor nivel musical del interior del país. Por tres años consecutivos han fungido como orquesta base para el Curso de Dirección del maestro argentino Mario Benzecry, sin contar las tres giras internacionales que ha tenido su sección de metales, bajo la dirección de Adriany Gómez.
 
Gómez, director del Ensamble de Metales Carabobo y Coordinador Regional, agradeció el enorme apoyo de la Fundación Musical Simón Bolívar, liderada por el Maestro José Antonio Abreu, quien desde siempre ha seguido muy de cerca la actividad musical que realizan los jóvenes y niños carabobeños.
 
El director aprovechó la oportunidad para también agradecer a Eduardo Méndez, a los carabobeños Víctor Rojas y Valdemar Rodríguez;  y Andrés González, por todo su apoyo a la gestión musical que se realiza en Carabobo, la cual es solo posible gracias al compromiso que han tenido con el estado, en pro del desarrollo musical de los más de 3 mil niños y niñas que pertenecen al Sistema de Orquestas y Coros en Carabobo.
 
Este concierto completamente gratuito para todos los carabobeños, es posible gracias a los esfuerzos de la Fundación Musical Simón Bolívar, órgano rector del Sistema Nacional de las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, institución adscrita al Despacho de la Presidencia de la República y liderado por el Maestro José Antonio Abreu, con el apoyo de la Universidad de Carabobo, EgreAmigos UC, Alcaldía Bolivariana de Valencia, Lubricantes Venoco y Chrysler de Venezuela.

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